Estimado/a amigo,
Esto es histórico - y podría marcar un punto de inflexión en nuestra lucha por un futuro libre de combustibles fósiles.
En la Asamblea General de la ONU, Colombia presentó una propuesta audaz: ser sede de la Primera Conferencia Internacional para la Eliminación Progresiva de los Combustibles Fósiles en abril de 2026. Es una oferta histórica—no solo porque proviene de un país productor de combustibles fósiles en el Sur Global, sino porque se atreve a identificar el problema y convocar al mundo en torno a su solución.
Esta idea se basa en el impulso político de las 17 naciones que participan en las negociaciones de un Tratado de Combustibles Fósiles, quienes exigieron precisamente este curso de acción en su última reunión de Altos Funcionarios, celebrada en junio en Bonn. En un momento en que la diplomacia climática a menudo se siente estancada en la abstracción, Colombia y nuestra red ofrecen algo concreto: un espacio para encarar explícitamente la causa raíz de la crisis, juntos.
Escribo esto como ciudadano de dos países exportadores de combustibles fósiles: Colombia y Australia. Conozco el peso de esa contradicción—el orgullo del ‘crecimiento’ y el ‘desarrollo’ a partir de la extracción y el dolor de saber que nuestras economías están atadas a un sistema que está destruyendo el futuro y el presente. He visto lo difícil que es cambiar la narrativa de la extracción a la transición, especialmente cuando los vientos políticos son impredecibles. Pero también he visto lo que sucede cuando las personas se niegan a esperar las condiciones perfectas y, en cambio, empiezan a luchar por soluciones reales hoy.
Y necesitamos ese coraje ahora más que nunca.
El mismo día del anuncio de Colombia, se publicó el Informe de Brecha de Producción 2025. Es, como mínimo, preocupante. A pesar de las promesas, se proyecta que la producción de combustibles fósiles sea mayor hoy que hace dos años. Estamos cavando nuestras propias tumbas, más rápido y más profundo que nunca. Se están aprobando nuevos yacimientos de petróleo y gas. Se está reactivando el carbón. La maquinaria de expansión sigue avanzando, incluso mientras el clima se desmorona a nuestro alrededor.
Por eso es importante el anuncio de Colombia. No es solo simbólico—sino estratégico. Las reservas fósiles del país están en declive, y su futuro económico reside en alternativas. El apoyo público a la transición es sólido y transversal. Y el momento, si bien es políticamente complejo, también representa una oportunidad: elevar el tema por encima de las divisiones partidistas y consolidarlo como la política sensata y progresista que es. Con la mayor cantidad posible de socios internacionales.
Requiere de todos nosotros.
Este es un momento para todos—gobiernos de todos los niveles, pueblos indígenas, sindicatos, personas de fe, profesionales de la salud, jóvenes activistas e instituciones financieras que realmente invierten en el futuro. La Iniciativa del Tratado de Combustibles Fósiles trabajará en estrecha colaboración con socios en Colombia y a nivel mundial para garantizar que esta conferencia ofrezca lo que el mundo necesita: visión, cooperación y un camino claro más allá de los combustibles fósiles.
Pronto recibirá noticias nuestras sobre las formas en las que puede brindar más apoyo; por ahora, el apoyo público al liderazgo de Colombia es fundamental.
En tiempos difíciles, buscamos destellos de esperanza. Este es uno. ¡Hagámoslo valer!
Alex Rafalowicz
Director de la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles
P.D.: Se anunciarán más detalles sobre los planes para la conferencia en la COP30. Si viaja a Belém, complete este breve formulario para informarnos y así mantenerlo al tanto de los planes ¡sobre el terreno!
Haznos saber si vas a asistir a la COP30